INGREDIENTES
Para la base
- 225 g de harina
- 65 g de azúcar
- 150 g de mantequilla
- Aceite para untar el molde
Para el relleno
- Ralladura de limón
- 18 cl de zumo de limón (unos 4 limones)
- 60 g de azúcar
- 3 huevos
- 180 g de chocolate blanco
PREPARACIÓN
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Untamos un molde cuadrado (de unos 23 cm de lado) con un poco de aceite.
- En un bol, mezclamos la harina y el azúcar.
- Añadimos la mantequilla cortada en dados.
- Amasa bien la pasta con la punta de los dedos; si la mezcla queda demasiado seca, puedes añadir una cucharada sopera de leche o agua si lo prefieres.
- Vierte la masa en el molde previamente engrasado.
- Presiona ligeramente con los dedos para que la masa quede bien extendida y de manera uniforme.
- Hornea de 12 a 15 minutos hasta que la masa quede con un color amarillo. Deja que se enfríe.
PREPARA LA CREMA
- Echa el azúcar en un cazo y añade a continuación la ralladura de limón.
- Añade el zumo de limón previamente colado y filtrado para que no se nos cuele ninguna pepita de limón en la crema.
- Añade los huevos y bate con un batidor de mano.
- Calienta la crema a fuego lento-medio hasta que espese. Mientras tanto, derrite el chocolate blanco y échalo a continuación en un bol suficientemente grande para que quepa toda la mezcla de crema y chocolate.
- Echa la crema de limón en el bol con el chocolate blanco fundido
- Alisa la crema con la espátula para que quede bien uniforme.
- Echa la crema sobre la masa ya enfriada.
- Inclina el molde de un lado a otro para que la crema se reparta bien por toda la superfecie.
- Resérvalo en el frigorífico al menos 6 horas.
- Pasadas las 6 horas, corta en cuadraditos. Podéis decorarlos con ralladura de limón.
- Los pastelitos se conservan perfectamente unos 3 días en el frigorífico.
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