Ingredientes
- 2 latas de piña en rodajas (1 kg. en total)
- 800 gr. de leche condensada
- 200 gr. de harina
- 8 gr. de levadura en polvo (polvos de hornear)
- 200 gr. de mantequilla
- 200 gr. de azúcar
- 4 huevos
- Aceite para engrasar el molde
- Guindas para decorar
Preparación:
- Lo primero es preparar el molde, yo utilizo un aro desmontable y coloco un papel de horno cubriendo la parte inferior del mismo y pillado por el borde. Lo untamos de mantequilla o con un spray de aceite y reservamos.
- Seguiremos poniendo en un bol grande batimos los 4 huevos, luego ponemos el azúcar y seguimos batiendo. Cunado esté la mezcla emulsionada le añadimos 12 de las 16 rodajas de piña, si no queremos decorar agregamos las 16. Con la batidora desmenuzamos la piña hasta que nos queda una crema homogénea, en la que no se vean trozos de piña. A continuación añadimos la harina y la leche condensada, sin parar de batir le ponemos la mantequilla que habremos derretido un poco previamente y seguimos batiendo hasta que veamos que todo está integrado en una masa uniforme.
- El horno lo tendremos precalentando a 180º mientras batimos la tarta, es más que suficiente, vertemos el preparado en el molde y lo metemos al horno.
- He tenido la tarta de piña unos 40 minutos, pero recordad, en los primeros 30 minutos no abráis el horno, después podéis ir abriendo para comprobar si está o no hecha la tarta, vais pinchando y cuando la aguja sale limpia es que ya está, aunque hay que tener en cuenta que debe salir húmeda, esta tarta de piña termina de cuajarse en la nevera cuando que se enfría, cuando no está hecha la aguja se mancha como de crema. Es bueno dejarla enfriando al menos 12 horas para que se termine de cuajar bien, a partir de entonces podemos disfrutar de esta sencilla y deliciosa tarta de piña, la más fácil del mundo.
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