Ingredientes (para un molde de 20×20 cm):
- 4 huevos.
- 125 g de mantequilla.
- 500 ml de leche tibia.
- 115 g de harina.
- 150 g de azúcar.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 1 cucharada de vodka (coñac).
- Una pizca de sal.
Preparación:
- Derrite la mantequilla y enfríala a temperatura ambiente.
- Separa las claras y las yemas. Agrega una pizca de sal en las yemas y bátelas hasta que se conviertan en una espuma densa. En el proceso de batir, añade una cucharada de azúcar.
- Bate las yemas durante un minuto con el resto del azúcar. La masa debe tomar un color blanco y aumentarse 2 veces en tamaño.
- Añade a la yema batida, coñac o vodka y bate nuevamente, en el proceso agrega la mantequilla derritida fría y la vainilla. Dentro de un minuto agrega la harina tamizada. Sin dejar de batir, empieza a verter la leche a la mezcla, hazlo en varias etapas.
- Ahora añade las claras, mezclando la masa con un tenedor de abajo hacia arriba. La masa será muy líquida, tal como si estuvieras preparando crepas.
- Viértela en un molde de 20×20 (de preferencia usa un molde cerámico) previamente espolvoreado con harina y untado con mantequilla. No uses moldes ajustables, la masa se puede derramar. Llévala al horno precalentado a 160 o 170 grados centígrados. Para que en la superficie del pastel no se formen grietas, pon el molde sobre una bandeja con agua.
- Cuando esté listo, espera a que se enfríe a temperatura ambiente y luego un rato en tu refrigerador. Antes de servir el pastel, espolvoréalo con polvo de azúcar.
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