Ingredientes
- 1 litro de leche entera
- 8 huevos (usaremos sólo las yemas, las claras las puedes congelar para aprovecharlas en otro postre)
- 250 gr de azúcar común
- 25 gr de Maizena
- la piel de un limón
- una ramita de canela
- En primer lugar separamos las yemas de las claras.
- Ponemos en un bol un vaso de leche (del litro que usaremos en total) con la Maizena y mezclamos muy bien con las barillas de mano hasta que se disuelva.
- Ya bien disuelta la Maizena añadimos las yemas y el azúcar. Volvemos a mezclar bien con las barillas de mano hasta que quede todo bien integrado.
- Ponemos una perola al fuego con el resto de la leche, la ramita de canela y la piel del limón. Cuando comience a hervir retiramos la perola del fuego.
- Ya con la perola fuera del fuego quitamos la ramita de canela y las pieles de limón.
- Ponemos la mezcla de las yemas y volvemos a poner al fuego, mezclando suavemente sin parar hasta que espese, serán unos cuatro minutos.
- Fuego medio, en este punto no tiene que hervir la mezcla.
- Cuando haya espesado retiramos del fuego. Un truco para saber si la Crema Catalana está lista es meter una cuchara de madera en la crema, la sacamos y pasamos un dedo por la crema que queda pegada a la cuchara. Si se mantiene el camino marcado por el dedo y no tiende a juntarse, está lista. Lo verás bien en el vídeo que dejaré al final.
- Llenamos los cuencos (según los que uses saldrán cinco Cremas Catalanas), dejamos enfriar un rato y metemos al frigorífico mínimo dos horas para que enfríen bien.
- Después de ese tiempo en el frigorífico las cremas estarás frías y densas. Ponemos azúcar por encima y la quemamos para que se haga el caramelo. Si tienes un quemador, perfecto. Si no lo tienes puedes usar un soplete de cocina (es lo que usamos nosotros) y en el caso que no tengas, lo puedes hacer en el grill del horno. En el último caso, asegúrate que las cazuelas aguanten en el horno.
- Este paso de quemar el azúcar conviene hacerlo al momento de servir a la mesa.
- El caramelo tiene que cubrir toda la Crema Catalana, el contraste de la fina crema abajo y el crujiente caramelo es la seña de identidad de este delicioso postre.
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